Sinesio López Jiménez. Sociólogo analiza la situación actual del Partido Aprista a propósito del reciente mitin de la Fraternidad. Dice que el Presidente contradice tesis fundacionales del partido de gobierno.
¿Piensa que el Apra sigue siendo un partido de masas?
El Apra fue un partido de masas, el partido que abrió las puertas a las grandes organizaciones de masas. Lo que pasa es que con el tiempo ha ido debilitándose y hoy es un aparato que se mantiene en pie, pero con menos fuerza y menos presencia.
El Apra fue un partido de masas, el partido que abrió las puertas a las grandes organizaciones de masas. Lo que pasa es que con el tiempo ha ido debilitándose y hoy es un aparato que se mantiene en pie, pero con menos fuerza y menos presencia.
...Aunque aún maneja cierto caudal electoral.
Sí, sin duda. Anda por el 20% del electorado, ya no por el 30%, pero sí se mantiene en pie.
Sí, sin duda. Anda por el 20% del electorado, ya no por el 30%, pero sí se mantiene en pie.
¿Y si aún se mantiene en pie, si todavía tiene cierta influencia en la masa electoral, por qué no actúa como mediador social entre el gobierno y los promotores de las protestas que se han visto en las últimas semanas?
Yo veo que el partido tiene dos sentidos para sus dirigentes. Para Alan García es un partido instrumental, que le sirve a su propia figura. Él es consciente de que el partido sin él vale poco, quizá el 7% que sacó Mercedes Cabanillas (en las elecciones generales de 1995). Pero también creo que el partido tiene cierto complejo ante el caudillo, creen que sin él no son nada. Sin embargo, también pienso que hay corrientes en el Apra que no están dispuestas a seguir a García, sobre todo porque ha explicitado abiertamente un discurso de derecha rentista a través de su artículo el Perro del Hortelano. Es evidente que García ha dado un viraje con el que niega lo que fue el aprismo auroral. Su ubicación actual es de derecha.
Yo veo que el partido tiene dos sentidos para sus dirigentes. Para Alan García es un partido instrumental, que le sirve a su propia figura. Él es consciente de que el partido sin él vale poco, quizá el 7% que sacó Mercedes Cabanillas (en las elecciones generales de 1995). Pero también creo que el partido tiene cierto complejo ante el caudillo, creen que sin él no son nada. Sin embargo, también pienso que hay corrientes en el Apra que no están dispuestas a seguir a García, sobre todo porque ha explicitado abiertamente un discurso de derecha rentista a través de su artículo el Perro del Hortelano. Es evidente que García ha dado un viraje con el que niega lo que fue el aprismo auroral. Su ubicación actual es de derecha.
Hay otra lectura sobre lo que usted dice. Efectivamente Haya de la Torre desarrolló un pensamiento de izquierda en la etapa de fundación del aprismo, pero años después dio un viraje hacia la derecha al aliarse con personajes como Prado u Odría. ¿El presidente García no sigue esta lógica, la de la segunda etapa de Haya de la Torre?
El Apra inicialmente quiso jugar en términos institucionales. Es decir, se abrieron al juego electoral, entraron como candidatos y luego fueron derrotados. Un historiador de prestigio como Jorge Basadre dice que fueron derrotados de verdad, pero Haya no aceptó la derrota. Entonces, la oligarquía aprovechó eso para confrontarlos y eso dio origen a la revolución de Trujillo (1932). Desde entonces viene una política de confrontación muy abierta. Se instala una política según la cual no podían existir ambas fuerzas. Es más, el ejército pensaba que la única manera de restablecer el orden era acabar con el Apra.
El Apra inicialmente quiso jugar en términos institucionales. Es decir, se abrieron al juego electoral, entraron como candidatos y luego fueron derrotados. Un historiador de prestigio como Jorge Basadre dice que fueron derrotados de verdad, pero Haya no aceptó la derrota. Entonces, la oligarquía aprovechó eso para confrontarlos y eso dio origen a la revolución de Trujillo (1932). Desde entonces viene una política de confrontación muy abierta. Se instala una política según la cual no podían existir ambas fuerzas. Es más, el ejército pensaba que la única manera de restablecer el orden era acabar con el Apra.
¿Esto hasta cuándo duró?
Yo diría que esto se extendió hasta 1945 o el 50. Esta es una etapa de confrontación en la que el Apra también pensaba que la única manera de cambiar las cosas era acabando con el ejército. Luego, en el 45 viene este viraje que usted menciona, que no es un viraje programático sino uno táctico, con el que Haya acepta que hay que hacer revolución, pero también vivir en democracia.
¿Y a eso se deben sus pactos posteriores con Prado u Odría?
No tanto así. Los pactos iniciales fueron con la clase media provinciana, con Bustamante. Luego se dio en el Apra una apertura hacia las fuerzas más conservadoras.
No tanto así. Los pactos iniciales fueron con la clase media provinciana, con Bustamante. Luego se dio en el Apra una apertura hacia las fuerzas más conservadoras.
¿Y eso no es lo mismo que hace el presidente García?
No. Haya tuvo su alianza con la oligarquía en el 56 pero como parte de un juego institucional, quería hacer democracia aunque renunciara a algunos cambios programáticos, pero esto se debe a que la oligarquía no lo dejaba participar. Esto, efectivamente, puede entenderse como una conservadurización del Apra.
¿Y esto en qué se diferencia del Apra actual?
Lo que ocurre ahora es otra cosa. Esta no es una conservadurización, sino una derechización. Haya de la Torre nunca escribió un artículo como el Perro del Hortelano y nunca lo hubiera escrito. Si el artículo de Alan García se hubiera publicado sin nombre y usted me hubiera preguntado quién era el autor, yo le habría dado el nombre de Pedro Beltrán. Lo que propone ese artículo es un desarrollo basado en la renta, mientras que Haya de la Torre emergió contra un desarrollo rentista, y a favor de un desarrollo basado en la industria, con un papel activo del Estado.
"Todo el Apra no acepta la tesis del hortelano"
¿Piensa que la postura que Alan García reflejaba en el Perro del Hortelano es compartida por la militancia aprista?
Yo creo que esta es una idea básicamente de Alan García.
¿Entonces Mauricio Mulder no se equivoca cuando dice que el corazón del Partido Aprista está a la izquierda?
Es algo normal. Lo que dice Mulder es que el Apra no es un fenómeno, porque todos tenemos el corazón a la izquierda.
...Entonces Mulder está hablando de una cosa netamente anatómica.
Claro (risas). Lo que no dice Mulder es el que pensamiento, la cabeza del gobierno están en la derecha. Y las manos también, porque lo que están haciendo es un gobierno de derecha.
Pero las palabras de Mulder tal vez reflejen sus propios deseos, su inquietud porque el Apra dé un viraje hacia la izquierda...
Es posible. Hay una tradición de izquierda en el Apra. Lo que también creo es que hay tensiones en el Apra que ahora no se expresan. Cuando Alan García tenga 10% o 15% de aprobación allí se puede evidenciar esta situación. Yo tengo entendido de que no todo el partido acepta el pensamiento del hortelano.
¿Piensa que la postura que Alan García reflejaba en el Perro del Hortelano es compartida por la militancia aprista?
Yo creo que esta es una idea básicamente de Alan García.
¿Entonces Mauricio Mulder no se equivoca cuando dice que el corazón del Partido Aprista está a la izquierda?
Es algo normal. Lo que dice Mulder es que el Apra no es un fenómeno, porque todos tenemos el corazón a la izquierda.
...Entonces Mulder está hablando de una cosa netamente anatómica.
Claro (risas). Lo que no dice Mulder es el que pensamiento, la cabeza del gobierno están en la derecha. Y las manos también, porque lo que están haciendo es un gobierno de derecha.
Pero las palabras de Mulder tal vez reflejen sus propios deseos, su inquietud porque el Apra dé un viraje hacia la izquierda...
Es posible. Hay una tradición de izquierda en el Apra. Lo que también creo es que hay tensiones en el Apra que ahora no se expresan. Cuando Alan García tenga 10% o 15% de aprobación allí se puede evidenciar esta situación. Yo tengo entendido de que no todo el partido acepta el pensamiento del hortelano.
La República, 24/02/2008