El hortelano es "aquel que cuida y cultiva una huerta"; un hombre del campo que tiene una esposa y varios hijos 'hortelanitos'; de esos que hay miles en el Perú. En este mes, los hijos del hortelano han debido iniciar el año escolar. ¿Lo habrán iniciado todos? La Constitución y la ley les garantiza el derecho a una educación básica completa y gratuita, y el Proyecto Educativo Nacional, que es política oficial del Estado, les promete: "Trece años de buena educación, sin exclusiones".
La información oficial indica que la mayoría de los niños de cuatro y cinco años y los adolescentes de 14 y más que viven en áreas rurales están excluidos de la educación inicial y secundaria, por no existir la oferta educativa para ellos en sus localidades. En documentos oficiales también se lee que la calidad de la educación existente en áreas rurales es muy deficiente: además de las graves carencias materiales, los preescolares son atendidos por animadoras sin preparación profesional y sin remuneración, y la mayoría de escuelas primarias están a cargo de un docente solitario para atender todos los grados; todo ello se agrava cuando los maestros son contratados cada año y llegan a trabajar semanas después del inicio oficial del año escolar. Los resultados de las evaluaciones de los estudiantes son alarmantes ¿Cómo cambiar esta realidad en poco tiempo?
El Consejo Nacional de Educación ha recomendado crear, en todas las comunidades rurales, centros de educación inicial bien equipados y atendidos por maestras profesionales calificadas; la experiencia internacional demuestra que esta inversión produce mejoras significativas en el aprovechamiento de la educación primaria y secundaria. Sumado a ello, el CNE ha propuesto asignar a cada escuela primaria rural unidocente un maestro/a adicional, especializado en atender el inicio de la escolaridad con un enfoque intercultural y -donde sea necesario- bilingüe. Si se atrae con incentivos y oportunidades de especialización a los mejores docentes disponibles en cada región y se les provee de apoyo pedagógico permanente, se puede asegurar el aprendizaje de la lectura y la escritura y habilidades básicas, lo que constituiría una revolución en los resultados de la educación básica peruana.
Desde este año, el Ministerio de Educación cuenta con un programa con presupuesto por resultados para mejorar logros de aprendizaje en los primeros grados de primaria, lo que representa una oportunidad extraordinaria para iniciar un gran cambio educativo en las zonas que más apoyo necesitan. No hay pretexto para demorar o frustrar esta iniciativa habiendo recursos, experiencias exitosas y conocimiento suficiente para realizarla. Prestemos atención prioritaria a los derechos y a las esperanzas de los hijos de los hortelanos comenzando por un buen inicio de la escolaridad, para caminar hacia un Perú más integrado, más justo y mejor preparado para sostener su desarrollo.
La información oficial indica que la mayoría de los niños de cuatro y cinco años y los adolescentes de 14 y más que viven en áreas rurales están excluidos de la educación inicial y secundaria, por no existir la oferta educativa para ellos en sus localidades. En documentos oficiales también se lee que la calidad de la educación existente en áreas rurales es muy deficiente: además de las graves carencias materiales, los preescolares son atendidos por animadoras sin preparación profesional y sin remuneración, y la mayoría de escuelas primarias están a cargo de un docente solitario para atender todos los grados; todo ello se agrava cuando los maestros son contratados cada año y llegan a trabajar semanas después del inicio oficial del año escolar. Los resultados de las evaluaciones de los estudiantes son alarmantes ¿Cómo cambiar esta realidad en poco tiempo?
El Consejo Nacional de Educación ha recomendado crear, en todas las comunidades rurales, centros de educación inicial bien equipados y atendidos por maestras profesionales calificadas; la experiencia internacional demuestra que esta inversión produce mejoras significativas en el aprovechamiento de la educación primaria y secundaria. Sumado a ello, el CNE ha propuesto asignar a cada escuela primaria rural unidocente un maestro/a adicional, especializado en atender el inicio de la escolaridad con un enfoque intercultural y -donde sea necesario- bilingüe. Si se atrae con incentivos y oportunidades de especialización a los mejores docentes disponibles en cada región y se les provee de apoyo pedagógico permanente, se puede asegurar el aprendizaje de la lectura y la escritura y habilidades básicas, lo que constituiría una revolución en los resultados de la educación básica peruana.
Desde este año, el Ministerio de Educación cuenta con un programa con presupuesto por resultados para mejorar logros de aprendizaje en los primeros grados de primaria, lo que representa una oportunidad extraordinaria para iniciar un gran cambio educativo en las zonas que más apoyo necesitan. No hay pretexto para demorar o frustrar esta iniciativa habiendo recursos, experiencias exitosas y conocimiento suficiente para realizarla. Prestemos atención prioritaria a los derechos y a las esperanzas de los hijos de los hortelanos comenzando por un buen inicio de la escolaridad, para caminar hacia un Perú más integrado, más justo y mejor preparado para sostener su desarrollo.
Perú.21, 22/03/2008
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