martes, 25 de marzo de 2008

Respuesta al perro del hortelano

Entrevista ENRIQUE VÁSQUEZ
Por Mariella Balbi. Periodista

Desde la Universidad del Pacífico sigue el tema de la pobreza. Una de sus propuestas es registrar con el DNI a todos los beneficiarios. Así no habrá más enredos entre programas

¿Leyó el artículo del presidente García: "El perro del hortelano contra el pobre"?
Sí. Él considera que se repite esta letanía: "El Gobierno no hace nada para reducir la pobreza". Pero nadie dice eso. Lo que muchos sostenemos es que no lo hace muy bien, teniendo los medios para ello. El Gobierno goza de un superávit fiscal para destinar recursos que permitan reducir la pobreza en dos frentes: los programas sociales y la creación de un clima promotor de la inversión, generadora de empleo.
El presidente cita otra crítica común: "Los programas contra la pobreza no están debidamente articulados".
El Gobierno ha fusionado programas sociales, de 82 quedaron 25. Pero lo que interesa es cómo se están gestionando. La vinculación operativa entre los programas es todavía muy débil. Cada institución tiene su propio sistema de operaciones, de identificar beneficiarios, de proveerles de los servicios públicos y de ver que se ejecute su presupuesto. Si todos los programas tuvieran una lista única de beneficiarios sobre la base del DNI se podrían colgar de ese sistema, saber cómo están funcionando y si cada beneficiario está recibiendo la ayuda.
¿Por qué es tan útil el DNI?
Porque permite hacer un seguimiento a través del ciclo de vida y los programas pueden actuar sabiendo cuáles son las necesidades. Es algo que el presidente debería impulsar más. La población más pobre no tiene DNI. Por la ministra de la Mujer y Desarrollo Social, el presidente debe saber que en el campo la operatividad de los programas sociales de manera concertada es casi inexistente.
Entonces, plata hay
Recursos públicos sobran. Faltan recursos humanos calificados, con conocimiento técnico. La base del trabajo es contar con un buen sistema de información, con uno de logística y uno de evaluación. No se han capitalizado los errores de una década y se ensayan muchas pruebas, repitiéndolos. Cada programa debe saber quiénes son los pobres, dónde están y qué hacer.
Crecer ha creado un mapa de impacto. ¿Con este no se sabe quiénes son?
Felicitamos a la CIAS (Comisión Interministerial de Asuntos Sociales) por la elaboración de ese mapa. Son como fotografías superpuestas de 15 programas. La foto de cada uno indica qué está haciendo cada programa y dónde; se tiene una imagen de la oferta estatal. Es muy detallado, llega hasta los caseríos. Lo terminaron el 10 de febrero. Si se cruza la información con el censo y con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) sabremos cómo funciona la demanda de servicios sociales. Por ejemplo, al mirar ese mapa se verá que en Cristo Nos Valga hay un colegio para 100 personas, pero que son 200 las que lo necesitan. Se pueden medir las brechas; las demandas sociales insatisfechas. El siguiente paso es calcular cuáles son las necesidades en cada distrito, en cada provincia y región.
¿Cuál es la utilidad de identificar las brechas sociales?
Saber cuánto cuesta cubrirlas, lo que da un instrumento básico: cuál es el presupuesto necesario para llegar a los pobres. Desconozco si se está haciendo este trabajo, sería, bueno efectuarlo. Se podría tener un marco social multianual y conocer cuánto cuestan las metas sociales propuestas por el Gobierno para el 2011 en nutrición, agua, saneamiento, salud, educación, etc. Se sabría cómo asignar los recursos. Luego se aplicaría la logística, identificando cuáles son los productos estrella para resolver estos problemas. Por ejemplo, está comprobado que la desnutrición no se reduce solo entregando raciones de alimentos. Sacando lecciones del pasado se ha establecido que es muy importante el componente de información, comunicación y educación con las madres. Se las educa sobre el uso de los alimentos, higiene y salud. Paralelamente, al jefe de hogar se lo trata de vincular con el mercado laboral. Es una conclusión basada en la experiencia de los últimos 15 años. Si no funciona así, no sirve. Hay que rescatarlo como un producto estrella. Conociendo cuánto cuesta resolver la desnutrición e identificando el número de personas de esta brecha, es cuestión de multiplicar. Eso permite proyectar el mejor uso de los recursos. Recuerde que el problema grave de este Gobierno es que, teniendo mucho dinero, no está haciendo la mejor administración. Es cierto que ha ampliado la cobertura, pero sacrificando la calidad. Hay una limitada capacidad de gerencia estratégica.
El presidente dice que la concertación de programas sociales se da bajo las normas de la estrategia Crecer.
Hay normas. Invitamos al presidente a que 'estrese' a sus funcionarios para que la estrategia sea operativa en los distritos y comunidades. La propia ministra ha reconocido hidalgamente que la gerencia falla. En el trabajo de campo vemos que no se opera de manera oportuna. Por ejemplo en nutrición, más rápido llegan las raciones que las pastillas para desparasitar a los niños.
Las palas de Pronamachcs llegan antes que las tuberías para agua y desagüe. Cada uno de los 25 programas actúa de acuerdo con su propia lógica de intervención, a su sistema de información. Por eso propusimos que los programas dependan de una sola institución. El 10 de febrero el presidente y su esposa se reunieron con los jefes de 15 programas sociales, se vio que un programa entregó 50 mil cocinas mejoradas y otro también. Delante del presidente no sabían a ciencia cierta si eran los mismos beneficiarios. Cada cual se maneja según lo que cree que es lo mejor. Por eso nosotros tenemos la obsesión de que el DNI sea un punto de partida del cambio hacia una vinculación de los programas sociales. Cuando se fusionen los sistemas de información de estos, se sabrá que no se puede enviar raciones si no se ha desparasitado a los niños.
La gerencia social en el país tiene serias limitaciones
Hemos conversado innumerables veces que si no se mide a los niños antes de brindarles un programa de desnutrición no sabremos si se actúa eficientemente o no. ¿Por qué el Gobierno se resiste a tener una línea de base?Reitero que la gran dificultad es la limitada calidad de los recursos humanos. Como no hay el 'expertise' técnico no se valora que la línea de base es indispensable para una mejor ejecución y para medir resultados.
Son 15 años de limitaciones técnicas, porque no es solo este Gobierno el que trabaja sin línea de base.
Sí, es la repetición de un grave error. Se ha tornado endémico que la gerencia social en nuestro país tenga serias limitaciones. No podremos saber cuánto ha disminuido la desnutrición, la información es muy limitada. Y es indispensable para una mejor ejecución. A medida que el gasto social no soluciona los problemas de la población más pobre, esta responde de manera violenta, azuzada por terceros o no.
¿Hay un temor a la evaluación?
Probablemente. La línea de base te garantiza una buena gestión, pero a la vez, con las mediciones se sabría con precisión si los gobiernos lograron resultados o no. Si se gastó 4.500 millones de soles en lucha contra la pobreza, se conocería cuán buenos o cuán malos son los resultados. Cada niño debe tener una ficha y estar pesado, medido, así podemos seguirlo y evaluar la ayuda. Es mucho dinero, hay que ser acuciosos en la medición y que esta sea técnica y transparente.
En el artículo se afirma que "Crecer es un programa polivalente y múltiple"
Ahí se equivocó el presidente, porque Crecer es una estrategia. En el papel es polivalente, en la realidad no. Tiene metas físicas, cuántos beneficiarios, etc., pero no podrá mostrar cambios en el nivel de desnutrición. Desconozco que haya instituciones independientes que estén supervisando Crecer como dice el presidente. Tal vez se refiere a los tenientes gobernadores que son representantes gubernamentales. Tampoco Crecer sigue el modelo de Sembrando, de Pilar Nores, esta lo transmite pero en el campo no se aplica
Es irónico que Sembrando sea el único programa que tiene una línea de base.
Sí y es el único que tiene el sentido de sinergia, trabaja en equipo, algo que le falta al Gobierno. Ha identificado a cada uno de los beneficiarios.
¿El programa Juntos funciona adecuadamente?
Es el programa cabeza de playa en las zonas de pobreza extrema. Transfiere dinero previo DNI, sin embargo la madre no necesariamente tiene un centro de salud o, si hay uno, no está equipado. Salud y Educación son extremadamente lentos. Tampoco trabaja con una línea de base.
Resulta mejor poner el énfasis en aliviar la pobreza extrema
En "El perro del hortelano" se menciona a millones de beneficiarios de los programas sociales.Son reales, ahora que sean todos pobres es otra cuestión. El presidente menciona a cinco millones de beneficiarios para el Vaso de Leche, nosotros lo hemos estudiado y encontramos que no más del 11%, o sea 550 mil, son de extrema pobreza. El resto son pobres, necesitan, pero hay más de un millón de pobres extremos que no reciben esa ayuda. Además encontramos 30% de filtración. El Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa) beneficia a seis millones, nuevamente, no todos los que necesitan alimentos los reciben. Los programas más exitosos y con mejor focalización son Juntos y Provías. Lo óptimo sería que los programas se concentren en los pobres extremos, si el recurso alcanza se llega a los pobres, aunque esto es políticamente inviable.
¿Los pobres extremos están desatendidos?
Sobre todo en la costa, sierra, selva rural, son cerca de tres millones. A muchos programas les resulta difícil llegar por problemas logísticos de identificación. La ministra de la Mujer y Desarrollo Social, Susana Pinilla, ha lanzado el sello de calidad para bonificar a los distritos que logran la reducción de la pobreza. Es una buena idea, pero nos gustaría saber cómo se mide el éxito, que se basen en razones técnicas y no políticas.
CLAVE
¿Se podrá reducir la pobreza de 45% al 30% como anunció el Gobierno?
La reducción de la pobreza se logra con inversión que genera empleo, sobre todo a las personas no calificadas. El Gobierno debería estimular inversión en las zonas con bolsones de pobreza. En el sector empresarial hay sobreentusiasmo respecto de la inversión. La meta es ambiciosa. La reducción se mide con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho). La ministra de la Mujer dijo que se debe bajar 5 puntos por año. La Enaho del 2006 indica una baja de 3,6.
El Comercio 24/03/2008

No hay comentarios: