Las propuestas sugeridas por el presidente Alan García en sus célebres artículos sobre el síndrome del perro del hortelano han tenido buena acogida en la opinión pública. De los planteamientos evaluados, los que concitan mayor respaldo son el acceso gradual de los trabajadores a los derechos laborales; el derecho de las comunidades campesinas a alquilar, vender o parcelar sus tierras; y la promoción de la inversión en acuicultura, maricultura y siderurgia mediante incentivos tributarios.
Otras propuestas pro-inversión con una elevada acogida son que se entreguen en propiedad grandes lotes de tierras en la selva para promover la industria maderera y el fomento de la inversión privada en la construcción de represas e irrigaciones cuyo costo sea pagado con las nuevas tierras irrigadas y la venta de agua.
Este respaldo de la opinión pública a iniciativas favorables a la inversión privada se suma al amplio apoyo brindado a la firma del tratado de libre comercio con los Estados Unidos, así como al desarrollo de acuerdos similares con otros países del globo.
El Poder Ejecutivo y el Congreso de la República tienen la tarea pendiente de dar las normas que hagan viables estas ideas. La reacción de la inversión privada será favorable, como ya lo viene siendo en otros campos en que ha sido convocada. No obstante, para que este clima de opinión no se revierta y ponga en riesgo la estabilidad futura, es indispensable que las empresas interesadas sepan ganarse la confianza de las comunidades que pudiesen sentirse afectadas por su inversión y, en general, que actúen con elevados estándares de responsabilidad social.
El Comercio, 16/12/2007
domingo, 16 de diciembre de 2007
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