El Instituto Nacional de Cultura está contra la cultura. Inconstitucionalmente ha declarado intocable Ambiente Urbano Monumental las diez primeras manzanas de la Av. Arequipa. Esa es la resurrección de lo que en el viejo derecho feudal se llamaba manos muertas; es decir, poseedores de bienes en quienes se perpetúa el dominio sin poder enajenarlos o venderlos o, como en el caso que relataré, sin poder construir. De esta vinculación eran los colegios, hospitales, iglesias, monasterios, conventos, etc. (Ver Francisco García Calderón. “Diccionario de la Legislación Peruana”. 1879). Pero, paulatinamente, y singularmente desde el Código Civil de 1852 se ordenó la desamortización de bienes restaurándose la libertad ilimitada de comprar, vender o edificar. Sin embargo, el INC anquilosa esos derechos arbitrariamente y sin argumentos históricos o jurídicos.La Universidad Tecnológica del Perú, de la que soy Doctor Honoris Causa, con siete mil estudiantes y quince facultades, pretende construir su modernísimo edificio en la cuadra dos de la avenida Arequipa sobre un solar baldío, en el que otrora se alzara la vivienda de los Ganoza, que carece cualquier clase de valor y del cual sólo queda una fachada ruinosa impresentable, con un muladar en la parte posterior. Pero el INC no permite edificar. Leguía abrió visionariamente esa arteria en terrenos aledaños a Lima colonial. A partir del centenario se erigió una serie de monumentos y edificios, hoy día con reconocido significado. Los españoles aportaron un bellísimo e invalorable morisco Arco del Triunfo, situado en los confines de la avenida Wilson, hoy trasladado anatópicamente a Surco. En la cuadra dos, Plaza Bélgica, tenemos “El Estibador”, de Constantino Meunier, réplica de originales existentes en los museos de Amberes y Venecia. El Palacio Arábigo, situado en la cuadra tres, fue propiedad de un prominente leguiista al que se embargó por el inicuo Tribunal de Sanción Nacional. El local de la Sociedad Benemérita Fundadores de la Independencia, situado en la cuadra cuatro, fue la casa destinada para el mariscal Andrés Avelino Cáceres y en su frontispicio superior ostenta un mosaico polícromo, en que se aprecia a Leguía entregándole al héroe los despachos de mariscal. Este mural fue diseñado por Luis Ugarte y fabricado por Montellato en Venecia. Los norteamericanos regalaron el monumento a Washington, copia de un original de Houdon, ubicado en la cuadra cinco.Futuristamente, la avenida no puede ser absurdamente intangibilizada; la presión demográfica y automovilística arrasará con cualquier norma que pretenda paralizar el desarrollo. Si esto no se rectifica, en veinte años tendremos edificios pigmeos flanqueando un by pass ultramoderno. Uno de los errores, como lo recuerda Basadre, es la paradoja de que el boulevard central destinado a peatones es más ancho que las pistas para vehículos. La erección de nuevos edificios es viable respetando las construcciones y monumentos que tengan valor histórico. Ambas situaciones pueden coexistir. El INC está contra la cultura. Hay que exterminar al hortelano.
Expreso, 11/12/2007
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