No dudamos de las buenas intenciones del presidente Alan García, ni de su sincera conversión intelectual orientada a la modernidad, eficiencia e inversión. Sin embargo en su análisis situacional o diagnóstico del país y del Estado, encontramos un sesgo preocupante.
Pretende encontrar responsables de los males que aquejan al país en muchos sectores, como el Congreso, las ONG, los comunistas, los nacionalistas, los ecologistas, entre otros, pero se olvida de su entorno más cercano. El Presidente tiene que dejar de “ver la paja en el ojo ajeno y ver la viga en el propio”.
Pretende encontrar responsables de los males que aquejan al país en muchos sectores, como el Congreso, las ONG, los comunistas, los nacionalistas, los ecologistas, entre otros, pero se olvida de su entorno más cercano. El Presidente tiene que dejar de “ver la paja en el ojo ajeno y ver la viga en el propio”.
Ante la falta de objetividad del Presidente y, a modo de ejemplo, encontramos un rosario de trabas, ineficiencias y lentitud en el propio Ejecutivo y probablemente la carencia de decisión política por falta de convicción en las reformas que el país demanda y necesita.
El famoso “shock de descentralización” anunciado con bombos y platillos implicaba que antes de fin de año (es decir en nueve días), el Gobierno Nacional transferiría 187 funciones y competencias a los gobiernos regionales y locales. Este proceso debía ser liderado en todos los sectores por sus respectivos ministros, tema que lamentablemente no se cumplirá a cabalidad, con lo cual se mantendrá invariable el centralismo burocrático e ineficiente que asfixia al país.
La reforma más importante iniciada por el gobierno aprista es sin lugar a dudas la “Ley del Silencio Administrativo Positivo”, a través de la cual se considera aceptado el pedido, solicitud, queja, licencia, etc., que hace un ciudadano al Estado (ministerios, entidades públicas, gobiernos regionales, municipios) si este no le da respuesta en el término de 30 días.
Esta importantísima reforma aprobada durante la presidencia de la Comisión de Descentralización del Congreso que ejercí, no podrá ser puesta en vigencia si es que la Presidencia del Consejo de Ministros no acaba con los obstáculos que impiden su aplicación a más tardar el 3 de enero de 2008, hecho que lo vemos lamentablemente con marcado pesimismo.
En lo que va del gobierno, se han dado 39 leyes importantes para el desarrollo del país como: Ley de Mancomunidad Municipal, Ley de Fusión de Distritos, Ley de Facilitación del Comercio Exterior, Ley de relanzamiento del Banco Agropecuario – Agrobanco, Ley de modificación de la Ley de Adquisición y Contrataciones del Estado. De estas, 27 normas duermen el sueño de los justos, por la lentitud del gobierno en reglamentarlas impidiendo su aplicación y los beneficios que implican.
Presidente, acabe con los perros del hortelano que duermen en Palacio.
Expreso, 22/12/2007
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