martes, 11 de diciembre de 2007

Eduardo Dargent: Defendiendo al perro

Uno de los 'perros del hortelano' identificados recientemente por el presidente Alan García Pérez es la lentitud del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Sin duda, esta oficina del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) demoró mucho en darse cuenta de que debía lidiar con un Estado que tiene sus arcas llenas.
Asimismo, la actitud de algunos altos funcionarios del MEF que hacen esperar horas por un trámite a los ministros, a los presidentes regionales y a los alcaldes no ayuda mucho en sus relaciones públicas. Sin embargo, es muy grave que se señale al SNIP como el responsable del embalse en el gasto social, y sería más grave aun que se 'reforme', desde la presidencia, una de las pocas oficinas técnicas del Estado peruano.
Más allá de las críticas que pueden hacerse a los distintos ministros encargados de Economía que desde el año 2000 han ocupado el puesto, algo que debe reconocerse es que estos han sido capaces de restringir el voraz apetito político. Una revisión de los periódicos publicados entre los años 1985 y 1988, por ejemplo, demuestra que este no era el caso en el pasado. El SNIP es una muestra de este control a la esfera política. Si bien hay mucho por mejorar, sería un error continuar reduciendo sus requisitos.
El problema, creo, está en la incapacidad técnica de los gobiernos locales y de varios ministerios para pasar los ya relajados estándares del SNIP. En estas condiciones, considero que la decisión que tomó el presidente García en 2006 -de establecer el monto de su sueldo como límite al salario que perciben los funcionarios públicos- se ha convertido en un factor crucial en esta incapacidad de gasto. Pareciera que esta reducción de sueldos no ha afectado la capacidad del Estado central. Sin embargo, considero que esta medida sí tiene un costo oculto al haber restringido la capacidad de gasto en los gobiernos regionales y locales.
Con los actuales límites salariales no es atractivo para los pocos funcionarios con capacidad de diseñar proyectos técnicos mudarse a trabajar en provincias. Eliminando estos topes, con el debido cuidado para evitar los abusos, se podría promover que las autoridades locales utilicen una parte de sus recursos para contratar personal de alto nivel que colabore en la tarea de mejorar su capacidad de gasto. El 'costo' es pagar salarios más altos; la 'ganancia', ejecutar más inversión pública. Haga la matemática. ¿Quién ha sido 'El perro del hortelano' en este caso?

Perú 21, 11/12/2007

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