lunes, 3 de diciembre de 2007

Entrevista Isaac Mekler: “El problema del presidente García es su bancada”


Desde que el presidente Alan García comenzó a publicar sus ideas para poner los recursos del país a trabajar, uno de los opositores más fuertes a dicha estrategia ha sido el congresista chalaco Isaac Mekler. Mientras la expectativa por la entrega del tercer artículo de la saga va en aumento, nuestro entrevistado sostiene que el verdadero perro del hortelano se esconde en el APRA.
Correo: Parece que por fin el Presidente ha identificado al perro del hortelano... ¡el Congreso!
Isaac Mekler: Me parece inaceptable. El Presidente ve perros del hortelano en todo sitio menos en Palacio de Gobierno. Es decir, el Ejecutivo se ha convertido en un inimputable. La primera minoría del Congreso es el APRA, el presidente del Congreso es un aprista y, hasta ahora, siempre han conseguido votos de sus amigos para que se aprueben sus proyectos. Al Presidente le falta coraje para decir que el problema es su bancada, ellos son los que no apoyan con decisión las iniciativas del Ejecutivo.

C: ¿Por qué no comparte el análisis del Presidente, que critica el tabú en que se han convertido ciertas ideologías?
IM: Me da mucha pena que García haya renegado de las funciones para las que fue elegido, para convertirse en una especie de corredor inmobiliario. O tal vez su aspiración oculta era ser martillero público y por eso ahora quiere sacar en remate al Perú. El fue electo para asegurarnos servicios de educación, salud, seguridad y justicia de calidad. Encima, al concentrarse en los problemas del gran capital, ha descuidado otros que, teniendo una solución sencilla y a su alcance, se quedan durmiendo el sueño de los justos.

C: ¿Por ejemplo?
IM: El Presidente ha señalado como un objetivo orientar la extracción minera hacia la metalurgia. Pues bien, todas las semanas el ministro Rey se pelea con el MEF por la restitución de impuestos que paga la joyería de oro. Hay allí un entrampamiento en el propio Ejecutivo que no se resuelve porque el Presidente teme enfrentarse a Carranza. Entonces, ¿quién es el perro que ladra allí?

C: Usted caricaturiza al Presidente como un subastador, pero la idea de que las comunidades vendan sus tierras es para atraer inversión que genere trabajo y no para fines especulativos.
IM: Parece que al Presidente le estorban los pobres. Incluso ha puesto en duda la existencia de comunidades selváticas en aislamiento voluntario, como los catacaibos, lo que es tan absurdo como no creer en Dios sólo porque nunca se lo ha visto. Bueno pues, aunque le incomode, esas comunidades existen y sus tierras son intangibles de acuerdo con convenios internacionales.

C: Es decir, si alguien encuentra un segundo “Camisea” en zonas reservadas, ese yacimiento se va a quedar enterrado y seguiremos importando petróleo a US$100 el barril.
IM: Su pregunta la responde el otro doctor García, el que fue candidato a la Presidencia y que en su plan de gobierno se comprometía a propiciar la intervención activa de la población en sus planes de desarrollo. Que se junte con las comunidades, les explique los beneficios y perjuicios de cada iniciativa y alcancen una solución; en lugar de pedir al Congreso que declare de interés nacional ciertos proyectos, porque eso significa, en la práctica, entrar a sangre y fuego a explotar los lotes.

C: ¿Por qué se opone a la venta de tierras en la Selva para la reforestación?
IM: Porque el mecanismo de la concesión permite un mejor control. Dicho sea de paso, el tan celebrado TLC con EEUU obliga al gobierno a crear una agencia de control en materia forestal autónoma y con recursos. Hoy en día, cuando un funcionario de Inrena opina que determinada zona no es apta para la concesión, termina siendo removido por el Ministerio de Agricultura. Además, ¿qué seguridad puede tener un comprador de tierras cuando, hoy por hoy, más de 200,000 hectáreas concesionadas no se pueden explotar porque han sido invadidas? La propiedad privada requiere de seguridad, función inherente al Estado, que no se menciona una sola vez en los dos artículos, como tampoco menciona la educación o la salud...

C: Porque el enfoque de sus artículos apunta a otros temas.
IM: Precisamente ese es mi punto. El gran inversionista puede solucionar solo sus problemas, no necesita que el Presidente lo defienda o le haga publicidad. Ellos no vienen acá porque son amigos del Presidente o para tomarse un pisco sour en Palacio, sino porque es un gran negocio y el día que deje de serlo cierran y se van. El tema es que el gobierno nos sigue condenando a ser un país de industrias primarias, cuando la principal necesidad es crear empleo masivo, no sólo para que la gente tenga un ingreso, sino por una cuestión de dignidad y amor propio. Si no aprovechamos el boom minero para crear cadenas productivas, estaremos condenados por siempre a la pobreza.

Correo, 02/12/2007

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